Enrique Olivar
TORRES KIO
Las dos torres KIO son uno de los elementos más conocidos del skyline madrileño. Los dos edificios, que reciben el nombre oficial de “Puerta de Europa”, difícilmente pueden pasar desapercibidos ni por su ubicación, en plena Plaza de Castilla; ni por su altura, de 115 metros; ni por su arquitectura: dos torres inclinadas, simétricas con respecto al eje de la Castellana, formando una especie de puerta futurista que desafía las leyes de la gravedad.
Conocidas también como Torres KIO, el nombre de la principal empresa accionista del grupo promotor, los edificios comenzaron a levantarse en 1990 según el diseño del estudio neoyorquino John Burgee Architects y quedaron finalizados en otoño de 1995. Las bases de las torres son cuadradas, de 35 metros de lado, y la inclinación de los edificios alcanza los 14,3 grados.
Cada rascacielos cuenta con tres sótanos, planta baja, entreplanta para instalaciones y 24 pisos para oficinas, de 1.200 metros cuadrados aproximadamente. A esta superficie habría que añadir la de la cubierta superior, con un helipuerto en cada torre. El acceso a la plantas se realiza mediante ocho ascensores, aunque debido a la inclinación del edificio, cuatro de ellos sólo llegan hasta la planta 13. Esta misma circunstancia, la inclinación, hace que cada una de las plantas sea distinta a las demás, ya que los límites del espacio se van desplazando respecto al núcleo central de ascensores. Las fachadas mezclan el vidrio, el aluminio y el acero inoxidable, material este último que conforma las grandes bandas brillantes características de esta llamativa pareja de rascacielos.
Fotografía por Iván ferrero